
Tus ojos me miran
y sé que me ves.
Los dos lo sabemos
pero lo callamos.
La vida es otra cosa.
Somo cobardes
enmarañados
en nuestros destinos.
Somos niños asustados
con el latido
del propio corazón.
Nunca tendremos
aquello que quisimos.
No nos atrevemos.
Tus ojos me miran
y yo te veo
redondo
inalcanzable
como la luna.
Mis ojos te miran
y tu me ves
transparente
intocable
como la luna.
Somos
dos cuerpos celestes
condenados
a la equidistancia.